viernes, 26 de diciembre de 2008

Nuestra idea de Cristo...

Cada uno de nosotros tiene una idea de Cristo que es limitada e incompleta. Está tallada según nuestra propia medida. Tendemos a crearnos un Cristo para nosotros a nuestra propia imagen, una proyección de nuestras propias aspiraciones, deseos e ideales. Encontramos en Él lo que queremos encontrar. Hacemos de Él no sólo la encarnación de Dios sino también la de las cosas por las que nosotros, nuestra sociedad y nuestra parte de la sociedad vivimos en cada momento.

 Por lo tanto, aunque si bien es cierto que la perfección consiste en imitar a Cristo y reproducirle en nuestras propias vidas, no es suficiente imitar al Cristo de nuestra imaginación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario