lunes, 5 de enero de 2009

No cabe esperar que la fe...

No cabe esperar que la fe dé una completa satisfacción al intelecto. De hecho lo deja suspendido en la oscuridad, sin una luz apropiada a su propio modo de conocer. Y sin embargo no frustra al intelecto, ni lo niega, ni lo destruye. Lo pacifica con una convicción que sabe que puede aceptar bastante racionalmente bajo la guía del amor. Porque el acto de fe es un acto en el que el intelecto se contenta con conocer a Dios amándole y aceptando Sus afirmaciones sobre Él mismo en Sus propios términos. Y esta aprobación es bastante racional porque está basada en la comprensión de que nuestra razón no puede decirnos nada acerca de Dios en cuanto a cómo es realmente en Sí mismo, ni sobre el hecho de que Dios es absoluta actualidad y por lo tanto infinitas Verdad, Sabiduría, Poder y Providencia, ni de que Dios puede revelarse a Sí mismo en la manera que Le plazca, ni de que Dios pueda certificar Su propia revelación por signos externos.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario