miércoles, 31 de diciembre de 2008

El hombre más peligroso del mundo...

El hombre más peligroso del mundo es el contemplativo no dirigido espiritualmente. Se fía de sus propias visiones. Obedece los atractivos de sus voces interiores pero no escucha a otros hombres. Identifica la voluntad de Dios con cualquier cosa que le hace sentir en su corazón un gran resplandor, cálido y dulce. Cuanto más dulce y más cálido es el sentimiento más se convence de su infalibilidad. Y si la mera fuerza de su propia autoconfianza se comunica a otras personas de forma que le de la impresión de que es realmente un santo, ese hombre es capaz de arruinar una ciudad, una orden religiosa o una nación. El mundo esta cubierto de cicatrices dejadas por visionarios como estos.



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